Los dueños de un puesto de galletas dalgona de Corea del Sur seguro que no se esperaban el éxito que tendrían sus productos hace apenas mes y medio. Desde entonces, coincidiendo con el exitoso estreno de El juego del calamar en Netflix, las ventas de este dulce tradicional que aparece en la ficción se han disparado hasta límites que pocos imaginaban.
La serie cuenta la historia de 456 personas con dificultades económicas que eligen participar en pruebas que los podrán llevar hasta la muerte. Entre ellas, esa en la que los jugadores intentan recortar formas que incluyen una estrella y un paraguas de un dulce de azúcar crujiente llamado dalgona sin que se rompa, y, los que fallan, mueren.
Según recoge AFP, para fabricar este dulce durante la grabación, los productores de El juego del calamar contrataron a los "expertos en dalgona", Lim Chang-joo y su esposa Jung Jung-soon, dueños de un humilde puesto callejero en Seúl.
Y, de ahí, al éxito, como la serie, ya que el negocio se ha convertido en uno de los sitios más populares de la capital surcoreana.
Según la misma información, tal es el éxito que hay colas de hasta seis horas para comprar una de esas galletas, que cuestan aproximadamente 1,70 dólares.
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